Al principio el celular cambiaba las "é" por "i". Uno escribía "tenés" y el otro recibía "tenis". "Que estés bien" se transformaba en "que estis bien". "Después hablamos" en "despuis hablamos".
El tiempo pasó y el celular empezó a cambiar otras letras. Empezó por las vocales y poco a poco fueron cayendo también las consonantes. Los primeros tiempos las palabras todavía eran reconocibles. O, de última, no era difícil recordar la trasliteración.
Pasaban los meses y los cambios se acumulaban. El celular suprimía letras y agregaba otras nuevas, fundía varias letras en una y a veces las separaba. Recuerdo el día que recibí un sms que decía esto:
ii iiiiii iii iiiiii ii iiii iiiii,
iiii iiiiiiiii i ii iiiiii ii iiiiiiiii.Un día ya nadie pudo entenderse.
dimarts, 6 d’octubre del 2009
Microrelat impecable
L'he trobat a Cómo rompe las palabras. El blog continua sent un dels meus preferits. Com es pot escriure tant i tan bé? Com es pot tenir la desinhibició que té el paio aquest, el tal Pablo? Va, sense més rotllos. És un microrelat impecable.
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